Tips para mejorar tu alimentación

Llevar una alimentación saludable es más fácil de lo que pensabas, solo es cuestión de cambiar algunos hábitos en tu rutina. ¡Sigue estos sencillos pasos!

Frutas y verduras
Ya sabes que los vegetales son súper importantes para mantener nuestro cuerpo lleno de energía y, al mismo tiempo, prevenir enfermedades. En las frutas y verduras encontramos muchísimos nutrientes, vitaminas y minerales y, además, son fuente de antioxidantes lo que hace que nuestro organismo se mantenga sano.  Cuanto más colores y variedad haya, mejor. Agrégalas a todas tus comidas.

Menos azúcar y sal
Ambos, consumidos en exceso, pueden dañar nuestra salud. Por eso, te proponemos que los reemplaces. ¿Cómo? Bueno, en vez de sal, coloca especies que condimenten y den sabor a tus comidas. Incluso puedes animarte a armar una huerta en casa: algunas plantas como orégano, romero o perejil, son fáciles de mantener (¡Y súper aromáticas!) Y el azúcar puede ser reemplazada por endulzantes naturales que fácilmente consigues en los supermercados.

4 comidas y 2 colaciones
Para no devorar la heladera, es imprescindible hacer las 4 comidas completas y a horario: desayuno, almuerzo, merienda y cena (sin saltarte ninguna). Hazlas alternando carnes y verduras. Y además, suma colaciones saludables a media mañana y media tarde. Por ejemplo, una fruta, un yogurt, una barrita de cereal o una tostada con queso.

Date un gustico

Es bueno darse un gustico cada tanto si haces las cosas bien. La idea no es que sufras, sino que cambies pequeñas costumbres para poder sumar gustitos. Lo importante es que no te descontroles y seas muy cautelosa. Por ejemplo, si quieres un dulce, puedes comer un poco de chocolate, pero ¡no toda una tableta!

Consulta con el médico
Cada vez que quieras empezar una dieta, es clave que consultes con tu médico o nutricionista. Lo que buscamos es mantenernos saludables, y si no comemos acorde a nuestras necesidades, podemos lograr el efecto contrario. Además, siempre suma actividad física, lo que te ayudará a tener más energías y quemar esas calorías que no necesitas.