
Verónica Perdomo: renacer luego de un ACV
Un día despertó de un Accidente Cerebro Vascular sin saber hablar, escribir ni cómo se llamaba cada cosa. Como si fuera poco, en ese mismo período murieron su padre y su hermano, los hombres más importantes de su vida, según sus propias palabras. Su poder de resiliencia no sólo la mantuvo en pie sino que la ayudó a resignificar su historia. Hoy es una optimista empedernida, que disfruta el presente y contagia alegría.
“Entiendo que si mi historia contribuye al otro para mejorar su calidad de vida, entonces estoy dispuesta a ser parte de ello”, rompe el hielo la modelo argentina Verónica Perdomo, quien tras sufrir un ACV (Accidente Cerebro Vascular) pudo recuperarse y hoy emprende su vida de manera diferente.
Hoy, Verónica siente que el presente es su gran inspiración: “Ese hoy que te regala la vida”, dice. Y asegura que el resto lo va definiendo en el camino. “Realmente elijo qué cosa hacer en qué instante. Hoy la prioridad es mi familia, también mis amigos, y disfrutar al máximo de las pequeñas cosas”, detalla.
Bajo el lema “traspasar barreras y afrontar nuevos desafíos”, Verónica vive su nueva vida: “Es lo que me llevó a estudiar, capacitarme e incursionar en diferentes carreras. Además de bailarina, actriz y conductora de televisión, soy profesora especial con orientación en sordos y estudié locución”.
Y si bien pudo salir adelante, nadie duda de que tuvo que atravesar momentos muy difíciles: “El quiebre se produjo con mi ‘segundo despertar’, luego de mi ACV. A partir de ahí, mi vida cambió para siempre. Y, mientras comenzaba el lento proceso de recuperación, sobrevino la pérdida de los hombres más importantes de mi vida: mi padre y hermano. Realmente nunca pensé que iba a poder reponerme, volver a trabajar y menos sentirme feliz, pero evidentemente tengo dos angelitos cuidándome y guiándome desde el cielo”.
El poder del amor
Quien la acompañó a abrazarse a sus sueños y no soltarlos nunca, le enseñó a no bajar los brazos y luchar por todo lo que quería, fue su madre. Ella siente que fue la primera mujer que la marcó. La misma que le enseñó los valores más puros y la tenacidad, y de eso aprendió a caerse y levantarse pese a todo.
“Luego de los difíciles episodios que me tocaron atravesar, entendí que el reloj no me corría a mí sino yo a él. Escenario que hoy elegí cambiar para disfrutar del presente y de lo lindo que nos regala el universo día a día. La vida pasa muy rápido, es corta y simplemente tenemos que aprender a disfrutarla y vivirla. Hay que darnos el espacio para conocernos, cuidar nuestra salud, escuchar las señales que nos emite el cuerpo y hacer un alto cuando hace falta”, cuenta, a la vez que alecciona.
Para finalizar, resume: “Pienso mi historia como la de una princesa con una familia hermosa, amigos que la quieren, éxitos profesionales, hasta que un día ese cuento de hadas se oscureció por muchas adversidades; adversidades a las que la princesa aprendió a sobreponerse como una guerrera. Es ni más ni menos, que la historia de una princesa que se convirtió en una guerrera”. Y suma: “Me gustaría inspirarlos a que sean los verdaderos protagonistas de sus vidas; a aferrarse a sus pasiones que nacen del corazón; a salir a la calle, romper la coraza, vencer el miedo”.